La vista es una de las zonas vitales del cuerpo ya que, gracias a los ojos, es posible percibir y comprender el mundo que nos rodea de manera rápida y eficiente. No obstante, la vista suele sufrir mucho a lo largo de los años y es entonces cuando pueden aparecer problemas asociados, como por ejemplo la tensión ocular. De hecho, esta afección es uno de los principales problemas de visión en la tercera edad. Por ello, las personas que sufren esto tienen que conocer una lista de alimentos prohibidos.
Azúcar
El azúcar puede considerarse un alimento a evitar si se sufre de tensión ocular o glaucoma debido a varios factores que pueden afectar negativamente la salud ocular. Por ejemplo, el consumo excesivo de azúcar puede aumentar los niveles de inflamación y estrés oxidativo en el cuerpo. Esto puede dañar las células y los tejidos oculares, afectando el nervio óptico y contribuyendo a un empeoramiento de la tensión ocular.
Además, la ingesta excesiva de azúcar puede afectar los niveles de insulina y glucosa en la sangre. Esto podría generar desequilibrios que afectan la presión intraocular, aumentando el riesgo de glaucoma o complicando su tratamiento.
El azúcar daña los vasos sanguíneos del cuerpo, incluyendo los que se encuentran en la zona de los ojos. En personas con tensión ocular alta, esto puede dificultar la circulación sanguínea adecuada en los ojos, lo que empeora el estado de los nervios ópticos.
Incluso si se padece otras afecciones como la diabetes, el consumo de azúcar puede afectar directamente a la salud ocular. De hecho, la diabetes mal controlada es una de las principales causas de problemas oculares graves.
Sal
Del mismo modo que ocurre con el azúcar, la sal está prohibida si se padece de tensión ocular. Este alimento contribuye a la retención de líquidos, que se acumulan en los vasos sanguíneos propiciando un incremento de la tensión arterial, que está muy ligado al riesgo de sufrir un glaucoma.
Café
El consumo excesivo de cafeína es perjudicial por diferentes motivos. Primero, porque puede aumentar la producción de humor acuoso y afectar negativamente al sistema natural de drenaje del ojo.
El humor acuoso es un líquido transparente que se encuentra en el ojo, específicamente en la parte frontal, entre la córnea y el cristalino. Su función principal es mantener la presión intraocular, nutrir las estructuras del ojo que no tienen vasos sanguíneos (como la córnea y el cristalino) y ayudar a eliminar productos de desecho.
Uno de los principales problemas del café es que aumenta la presión arterial, y esto incide también en la salud del ojo. Del mismo modo, otros estimulantes que contienen cafeína como el té no son recomendados en dosis elevadas.
Otro de los motivos por los cuales no se recomienda ingerir café si se sufre de tensión arterial es que la cafeína es un estimulante que puede afectar el sistema nervioso y causar estrechamiento de los vasos sanguíneos. Esto puede reducir el flujo de sangre al nervio óptico, afectando su salud a largo plazo.
Alimentos ultraprocesados
Otro de los alimentos prohibidos si se tiene tensión ocular son los ultraprocesados, debido a su gran cantidad de sodio, azúcares y grasas saturadas, ya que favorecen la retención de líquidos, el aumento del azúcar en sangre e incrementan la tensión arterial. Además, los capilares sufren deterioro afectando a la vascularización del tejido ocular.
El hecho de consumir alimentos altamente procesados puede propiciar la retención de líquidos, el incremento de azúcar en la sangre y que la tensión arterial se vea perjudicada.
Otro factor negativo de este tipo de alimentos es que los capilares tienden a sufrir un deterioro, afectando así la vascularización en el tejido ocular.
Algunos de los alimentos ultraprocesados más comunes en la dieta de las personas son las verduras en conserva, pescado y marisco en conserva, legumbres cocidas, cremas de frutos secos, botes de tomate triturado, copos de avena o las compotas de fruta.
Carnes rojas
El consumo de carnes rojas puede contribuir a la inflamación sistémica del cuerpo. Esta inflamación puede dañar los vasos sanguíneos y tejidos oculares, afectando la salud del nervio óptico y empeorando la presión intraocular.
Además, un alto contenido de carnes rojas en la dieta está ligado a padecer, posiblemente, problemas de colesterol y triglicéridos. Una mala circulación sanguínea hacia el nervio óptico puede agravar las condiciones de tensión ocular alta o glaucoma.
El alto contenido de sodio de este alimento lo convierten en muy perjudicial para la hipertensión arterial, pudiendo afecta a la salud de los ojos.
La digestión de carnes rojas también puede aumentar la producción de radicales libres en el cuerpo, lo que lleva a un mayor estrés oxidativo. Este desequilibrio entre antioxidantes y radicales libres puede dañar las células oculares y el nervio óptico, empeorando la tensión ocular.
Carnes procesadas
Lo mismo ocurre con las carnes procesadas como el fiambre, salchichas, embutidos o hamburguesas, puesto que pueden empeorar los síntomas del glaucoma.
Grasas trans
Conviene tener mucho cuidado con las grasas trans y el impacto que puede tener en la salud en general, la ocular en particular. De acuerdo con el medio de referencia en temática sanitaria MedlinePlus, las grasas trans se producen cuando los fabricantes de alimentos convierten aceites líquidos en grasas sólidas, como manteca o margarina.
Están presente en alimentos como la pizza congelada, los snacks fritos, dulces, palomitas de maíz, galletas saladas y dulces, helados, tomate frito, mayonesa, caldos y sopas precocinadas o conservas de pescado como las sardinas.
Exceso de agua en poco tiempo
Son varios los estudios científicos que apuntan a que una excesiva ingesta de agua en poco tiempo (unos 10 minutos) puede incrementar la presión intraocular.
Por eso las personas que están en programas de dieta o ejercicio, y que tienen glaucoma se les recomienda que tomen sus líquidos en pequeñas cantidades a lo largo del día.
Aunque el mero propósito de la alimentación sea cumplir las necesidades metabólicas de cada persona, la forma en la que se come, incluso las proporciones e ingredientes que se escogen, son determinantes. Sobre todo en la génesis de muchas enfermedades, especialmente las crónicas.
La relación entre alimentación y visión no es una novedad. De hecho, en el papiro de Ebers (el tratado médico más antiguo de la historia), ya se establecía la primera conexión nutrición-salud ocular, en la que se recomendaba comer hígado para mejorar la visión diurna. A día de hoy está claramente demostrado que existen alimentos que son perjudiciales para la tensión ocular, tal y como se ha mencionado anteriormente.