¿Qué es la insuficiencia renal?
Los riñones son 2 órganos que tienen como función filtrar la sangre y eliminar toxinas, las cuales son transportadas a la vejiga y expulsadas por la orina.
Cuando los riñones no funcionan correctamente (fallo renal o fallo del riñón) y no pueden filtrar desechos de la sangre, se produce insuficiencia renal. Esto puede ocurrir de manera puntual (insuficiencia renal aguda) o cronificarse, convirtiéndose en insuficiencia renal crónica. También puede presentarse en formas más leves, conocidas como insuficiencia renal leve, donde los síntomas son menos evidentes.
La enfermedad renal crónica (ERC) es una alteración estructural y/o funcional de los riñones que persiste durante más de 3 meses y tiene un curso progresivo e irreversible. Es especialmente frecuente en personas mayores, como en casos de insuficiencia renal en mayores de 80 años y insuficiencia renal en ancianos de 90 años, lo que requiere una evaluación cuidadosa.
Causas y factores de riesgo
Entre las principales causas destacan la hipertensión arterial y la diabetes mellitus.
Otros factores de riesgo incluyen:
- Edad avanzada, especialmente en casos de insuficiencia renal en ancianos.
- Obesidad.
- Enfermedades cardiovasculares.
- Infecciones urinarias complicadas y recurrentes.
- Lesión renal aguda grave o prolongada.
- Antecedentes familiares de enfermedad renal.
- Consumo de fármacos nefrotóxicos.
¿Con qué examen se detecta la insuficiencia renal?
La insuficiencia renal es más común en personas mayores, lo que hace vital su detección temprana. Especialmente en pacientes con insuficiencia renal en mayores de 80 años o insuficiencia renal en ancianos de 90 años, la evaluación por parte de especialistas en nefrología es esencial.
Los médicos realizan una historia clínica detallada y una exploración física para identificar factores de riesgo. Además, es importante realizar pruebas de laboratorio (análisis de sangre y orina) y pruebas de imagen.
Indicadores clave de alteración de la función renal:
- El aumento de la creatinina (desecho generado por los riñones) en sangre.
- La presencia de albúmina (proteína que suele estar en sangre) en la orina.
En función del resultado de las pruebas se clasifica la enfermedad en estadios para poder plantear el mejor escenario terapéutico. Si no se controla adecuadamente, puede desarrollarse un riñón deshidratado, que afecta el equilibrio de líquidos del cuerpo.
¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia renal en ancianos?
La ERC puede ser asintomática en sus fases iniciales. En estos casos, el riñón se adapta a la alteración mediante hiperfiltración adaptativa, es decir, aumentando la tasa de filtración de las nefronas no dañadas.
Con la progresión de la enfermedad, pueden aparecer los siguientes síntomas:
- Poliuria: Aumento del volumen de orina.
- Nicturia: Necesidad frecuente de orinar por la noche, interrumpiendo el sueño.
- Debilidad.
- Fatiga.
- Dificultades de concentración.
- Náuseas o vómitos.
En fases más avanzadas, la ERC puede generar complicaciones como anemia, hiperparatiroidismo, y alteraciones cardiovasculares o neurológicas. En ancianos, es importante prestar atención al potasio alto en ancianos, ya que la hiperpotasemia es una complicación frecuente.
Tipos de insuficiencia renal
La insuficiencia renal se clasifica según la gravedad y duración del daño:
- Insuficiencia renal leve: Es la etapa inicial, con una reducción moderada de la función renal, generalmente sin síntomas notorios.
- Insuficiencia renal aguda: Un fallo súbito de la función renal, a menudo reversible si se trata rápidamente.
- Insuficiencia renal crónica: Se desarrolla de manera progresiva y permanente, con una disminución gradual de la función renal.
Tratamiento para la insuficiencia renal en ancianos
El tratamiento de la enfermedad renal crónica se enfoca en:
- Tratar las causas subyacentes. Controlar las enfermedades que contribuyen a la ERC.
- Prevenir y retrasar la progresión de la enfermedad con las siguientes estrategias:
- Control del peso.
- Dieta saludable, reduciendo el consumo de sodio, potasio y proteínas.
- Actividad física regular.
- Eliminación del tabaquismo.
- Control estricto de la diabetes.
- Tratar las complicaciones asociadas, como la hiperpotasemia, anemia o acidosis metabólica.
En fases avanzadas, se evalúan tratamientos como:
- Diálisis: Puede ser hemodiálisis (la más común) o diálisis peritoneal, que se realiza a través de un catéter en el abdomen.
- Transplante renal.
- Cuidados paliativos: En casos con pronóstico desfavorable o cuando el paciente rechaza tratamientos invasivos.
La gestión de la insuficiencia renal puede ser desafiante, especialmente para los ancianos. En estos casos, muchas familias optan por cuidadoras internas particulares que puedan brindar atención personalizada y apoyo.
Esperanza de vida en la insuficiencia renal
La esperanza de vida varía considerablemente en función del estadio de la insuficiencia renal. En el caso de la insuficiencia renal estadio 3, muchos pacientes pueden vivir años con un tratamiento adecuado y una gestión de los factores de riesgo, como la diabetes y la hipertensión.
Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa al estadio 4, la esperanza de vida en insuficiencia renal estadio 4 puede disminuir, y es posible que se requiera diálisis o un trasplante renal para prolongar la vida. En la insuficiencia renal terminal, la esperanza de vida es considerablemente más baja sin tratamiento sustitutivo, y las decisiones sobre los cuidados paliativos se vuelven cruciales. Es importante que los pacientes consulten con sus médicos para obtener información personalizada sobre su esperanza de vida y las mejores opciones de tratamiento disponibles.
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Muchas gracias por tu comentario Almudena seguimos trabajando a diario para mejorar.